Alejandro Medina: Su falla fue determinante en el resultado. Salió a cortar un centro y la pelota le rebotó, quedando muerta en los pies del goleador del campeonato que no perdonó. Luego tuvo dos buenas intervenciones.
Lucas Souto: En su nueva función como carrilero derecho tuvo un aporte casi nulo en el partido, a diferencia de la fecha pasada cuándo le tocó ser uno de los jugadores más importantes del equipo. No defendió ni atacó.
Néstor Breitenbruch: Estuvo muy inseguro cuando lo atacaron y no mostró la firmeza que venía mostrando, sino que, al contrario, fue uno de los puntos más flojos del equipo.
Maximiliano Centurión: Luchó mucho con Santos y, a pesar del gol del delantero, logró que el uruguayo no generé el peligro que genera normalmente. Tuvo un error en un despeje que casi termina en un gol en contra.
Joaquín Pombo: Fue el defensor más atento de la noche. Su rendimiento tuvo altas y bajas durante la jornada ya que Valoyes, una de las figuras, lo encaró en varias oportunidades. A veces abusó del juego brusco, pero aun así ganó varios mano a mano.
Facundo Cardozo: Se preocupó más por defender que por atacar y no lo hizo de buena manera. Soñará con Valoyes y su desequilibrio. Tuvo algunos errores de apreciación y precisión –hasta con las manos, con algunos laterales mal hechos-.
Gonzalo Muscia: No fue la rueda de auxilio que el equipo necesitó. Durante los primeros 45 minutos, el medio fue todo del local y el juvenil no hizo pie. Tampoco se lo vio fino con la pelota. Salió reemplazado en el entretiempo.
Brian Rivero: Volvió a la titularidad luego de varios partidos y fue uno de los puntos aprobados del equipo. Sin ser una figura rutilante, fue quién más recuperó, distribuyó y se soltó en el medio. Su rendimiento mejoró con el ingreso de Peña.
Santiago Toloza: Casi que jugó solo. No tuvo compañía para asociarse a corta distancia ni para aprovechar su habilidad con pases filtrados. A pesar de la soledad, se las arregló para romper líneas, desequilibrar y ser el mejor del equipo. Se retiró con un golpe fuerte en la rodilla.
Facundo Pons: Su punto a favor fue el sacrificio. Futbolísticamente no estuvo bien en las descargas ni en los pivoteos. A veces sus ganas le jugaron una mala pasada al generar fouls innecesarios.
Flabián Londoño: Salvo dos toques distintivos, estuvo totalmente inconexo del juego. Sin patear al arco, sin asociarse y sin agobiar a los defensores con presión, tuvo una noche para el olvido.
Felipe Peña: Su ingresó acomodó el medio del equipo y derivó en los mejores minutos de Arsenal. Con un Rivero más suelto, Peña fue quién generó y recuperó.
Lucas Brochero: Entró para ser incisivo por la banda derecha pero no logró hacerlo.
Juan Peinipil: Casi no la tocó en los pocos minutos que tuvo.
Lautaro Guzmán: Ingresó con ganas, pero tuvo poco tiempo para desequilibrar.
Santiago Paiva: Jugó 2 minutos.
Federico Vilar: No le encontró la mano al partido. Talleres con muy poco se llevó todo y Arsenal no se hizo fuerte en ninguna línea del campo. Los cambios durante el partido tampoco surgieron el efecto deseado y el equipo se fue derrotado con la sensación de poca reacción.